Para 1 persona.
6 /12 cocochas de bacalao dependiendo
el apetito y el tamaño de la cocochas
½ Litro de aceite de oliva virgen
extra
1 Ramita de perejil
En una sartén honda de acero
inoxidable por su interior colocamos las cocochas (previamente
desaladas según las especificaciones del vendedor) y cubrimos
completamente con el aceite.
A fuego muy lento (el aceite casi no
debería quemar, unos 80ºC) dejamos que se confiten entre 10 y 12
minutos, vamos viendo como van soltando unas burbujas blancas de
suero, cada vez más. Al final de la cocción veremos que tenemos el
aceite con gran parte de suero entre medias, en ese momento retiramos
del fuego y dejamos templar.
Retiramos las cocochas a un plato y con
un colador de acero inoxidable retiramos en un cazo la mayor parte de
el aceite de la sartén procurando que nos quede el máximo suero
posible en la sartén.
Sobre un mármol, cogemos la sartén
por el mango con la mano izquierda y en la derecha el colador de
acero inox. Se trata de ligar este aceite que queda en la sartén:
La mano que sujeta la sartén se mueve
hacia delante y atrás y la mano del colador en círculos sobre la
sartén. Pronto veremos que la salsa va ligando e iremos añadiendo
aceite del cazo progresivamente hasta que obtengamos una masa
homogénea.
En ese momento añadiremos las cocochas
y calentaremos a fuego lento ligeramente, ya que si dejamos hervir,
perderemos el pil-pil.
Se trata de servir de inmediato en
caliente y adornado con una ramita de perejil o perejil picado ya que
el plato por si es mu mono cromo.
Un buen vino blanco o una cerveza y un
pedazo de pan son los complementos perfectos.
Si no nos gustan las cocochas, podemos
realizar este plato con lomos de bacalao de igual manera.
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